En el Rito Romano, el término "vigilia"(vigilia) significa tradicionalmente un día penitencial de preparación para una fiesta importante. La misa no tiene Gloria ni la CredoEl Aleluya simplemente se omite antes del Evangelio, no se sustituye por un Tracty "Benedicamus Domino" se dice al final en lugar de "Ite, missa est".
La práctica de levantarse a rezar en mitad de la noche es "tan antigua como la propia Iglesia"1. Puede inspirarse en el ejemplo de Jesucristo de rezar toda la noche. Existen pruebas de esta práctica desde los primeros años del siglo II. Plinio el Joven relató hacia el año 112 d.C. que los cristianos se reunían cierto día antes del amanecer, cantaban himnos a Cristo como a un dios y compartían una comida.
Durante los siglos III y IV, además de la celebración de la misa, era costumbre celebrar una vigilia, un servicio de oración en tres partes, como vigilia nocturna en preparación de la fiesta. Comenzada por la noche, la vigilia no terminaba hasta la mañana siguiente. Su forma era elástica e incluía lecturas, canto de salmos, homilías, cantos y diversas oraciones, seguidas de la misa. Éstas se convirtieron en las celebraciones monásticas, todavía llamadas "vigilias" en la Regla de San Benito, de la hora canónica que más tarde recibió el nombre de maitines.
La celebración hoy de la Vigilia de la Inmaculada Concepción ilustra un ejemplo de la diferencia entre el calendario anterior a 1955 y los más recientes. Mientras que este día se celebra en toda la Iglesia la fiesta de San Ambrosio y, junto con ella, la conmemoración del domingo anterior de Adviento, la liturgia anterior a 1955 conmemora también la vigilia de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Descrito en el Misal Diario de San Andrés (Dom Gaspar Lefebvre, O.S.B., 1945):
"Esta vigilia fue en 1879 extendida por León XIII, a toda la Iglesia. Pidamos en este día a la Virgen Inmaculada que purifique aún más nuestros corazones para la solemnidad de mañana."
Los que seguimos este calendario nos preparamos para la gloriosa Fiesta observando un día de ayuno y abstinencia total.
Es interesante observar que la Iglesia celebra la fiesta de San Ambrosio -Obispo de Milán, Padre y Doctor de la Iglesia- en esta fecha, aniversario de su consagración episcopal, y no en la fecha de su fallecimiento de la vida terrena, el 4 de abril de 397. Dom Gueranger, en El Año Litúrgicoopina que esta colocación en el calendario es apropiada, ya que "el camino que nos lleva a Belén no podría estar perfumado por nada tan fragante como esta fiesta de San Ambrosio". Un privilegio ser colocado junto a su colega obispo y oponente del arrianismo, San Nicolás, y "unir su voz" a la de su colega obispo y Doctor de la Iglesia, San Pedro Crisólogo, pero quizás, sobre todo, reconocer su amor a la Santísima Virgen María. Dom Gueranger escribe que San Ambrosio merece "ser considerado uno de los testigos más prominentes de las tradiciones primitivas respecto a los privilegios y dignidad de la santa Madre de Dios..." incluyendo "la exención de María de toda mancha de pecado". Esta combinación de Fiesta y Vigilia ilustra la riqueza de las liturgias anteriores a 1955.
Lamentablemente, en 1955, el Papa Pío XII suprimió las vigilias de la Inmaculada Concepción, Epifanía, Todos los Santos y todas las vigilias de apóstoles, excepto la de los santos Pedro y Pablo.
Nosotros, como verdaderos hijos de San Alfonso María de Ligorio, estamos moralmente obligados a tener el mismo amor que Él tuvo por la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, continuando observando éste, su privilegio de una preparación penitencial para su Fiesta con una Vigilia.
- Benedictine Monks of Buckfast Abbey, "Divine Office: Matins - Prayer at Night", Homiletic and Pastoral Review, pp.361-367, Joseph F. Wagner, Inc., Nueva York, NY, enero de 1925.