Esta novena, que dura 25 días, comienza el 30 de noviembre, fiesta de San Andrés, y termina en Nochebuena, por lo que abarca la mayor parte, si no todo, el tiempo de Adviento. La oración de la novena se reza 15 veces al día, no necesariamente todas a la vez, y es una súplica piadosa a Dios para que se cumpla una petición anhelada. Es una excelente práctica de Adviento en previsión del mayor regalo de todos, que nos nace el día de Navidad.
Salve y bendita sea la hora y el momento en que el Hijo de Dios nació de la purísima Virgen María, a medianoche, en Belén, con un frío penetrante.
En esa hora, ¡concede, oh Dios mío! escuchar mi oración y conceder mis deseos, por los méritos de Nuestro Salvador Jesucristo, y de Su Santísima Madre. Amén.
Tras completar la decimoquinta repetición, concluye la siguiente oración:
Recemos:
Oh Señor Jesucristo, que te complaciste en humillarte en tu divinidad encarnada y en tu humanidad sacratísima, hasta nacer en el tiempo y hacerte niño, te suplicamos: . Amén.
Haz, Señor, que, adorando tus humillaciones en la tierra, lleguemos a contemplar tus glorias en el cielo, Tú que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.